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Mostrando entradas de junio, 2015

Cotidianidades... 107

30/06/2015 La propuesta fue de tomar un café entre amigos sin hablar de política. El café estuvo bueno, y el tema que terminó en discusión fue qué candidato a la presidencia municipal podría ser mejor para nuestra ciudad. Las diferentes posturas de mis compañeros de mesa marcaban algunos de los principales intereses que tienen los ciudadanos en el momento de dar su voto: Una de mis amigas habló de la “cercana amistad” que tiene su hermano con uno de los candidatos; otro confiaba en que su candidato le daría obra a las empresas locales, lo cual podía resultarle benéfico; uno más tenía argumentos para defender al que considera más honrado y comprometido socialmente; y yo hice chistes a costa de cada uno de ellos, lo que me valió miradas hostiles. Por suerte llegó a sacarme de ese trance un amigo que tenía rato de no ver, a pesar de que su principal tarea, dice él, consiste en pasearse por   la ciudad. En pocos minutos me contó lo mal que anda su matrimonio, en el cual se ejec

Cotidianidades... 106

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24/06 2015 Cuando me gradué del kínder, amén de llevarme vestido de blanco y con un simpático moñito rojo, mis padres no tuvieron muchos más gastos. Recuerdo que el salón era caluroso, que estábamos apretujados y que antes de escapar del bochorno y el gentío, un fotógrafo tomó la instantánea que luego fue a vendernos a la casa. En la primaria, además de la consabida entrega de documentos, tuve una comida con mi grupo; y de la secundaria, apenas salimos de la escuela nos cerraron la puerta, no se nos fuera ocurrir intentar volver. Claro, estas experiencias son del siglo pasado y ni modo que las cosas no cambien. En estos tiempos modernos los festejos son más “nice” y rimbombantes. Me he enterado, por ejemplo, que en algunos kínder a los niños les hacen una elegante ceremonia a las que van vestidos como príncipes europeos, luego tienen una fiesta de gala y, si se organizan los padres de familia, hasta viaje de graduación les toca. Ahora, cuando la familia tiene a un gradua

Cotidianidades... 105

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15/06/2015 Cotidianidades… —¿Qué le vas a regalar a tu papá en el día del padre? —la pregunta la hizo mi esposa con gesto ceñudo de maestra que te tiene agarrado con un tema que no estudiaste. —Regala amor, no lo compres —le contesté y con los dedos le hice el signo de amor y paz, a lo que ella respondió con un soberano almohadazo. —No te hagas el chistoso y vele pensando porque ya se acerca el día, y no quiero llegar a casa de mis suegros con las manos vacías. Iba a responderle que en ese caso podía entrar cargando una reja de refrescos, pero en pos de mantener la armonía en el hogar y con tal de evitar otro almohadazo, me quedé calladito y nomás sonreí al imaginar la escena. El otro punto es que, en honor a la verdad, ella ha mostrado un cariño y atención especial a mis padres, a tal punto que fue idea suya la de que nuestro querubín llevara el nombre del abuelo, así pues, se sentía con toda la autoridad para exigir que, al menos, pensara yo en un regalo para él. Dicen

Cotidianidades... 104

08/junio/2015 Cotidianidades… El domingo me levanté sin saber por quién votar. Desayunamos con mi esposa preguntándonos el sentido que podría tener el voto nulo o si debíamos apoyar al menos peor de los candidatos, aunque luego nos quedara la amargura de haber respaldado a quien de cualquier forma no lo merecía. Camino a la casilla, y como si no hubiera asuntos más importantes en el mundo, seguíamos con el mismo tema. Timbró el teléfono de mi esposa, justo cuando a mi derecha vi venir en sentido contrario a un tipo manejando una camioneta, se pasó un alto  y dobló a su izquierda, lo que me permitió ver que iba hablando por el celular. —¿Lo viste? —le pregunté a ella, que tecleaba veloz una respuesta al celular y me contestó un “no” apenas audible. No muchos días atrás habría protestado enérgicamente contra tantas faltas cometidas por un solo sujeto en menos de diez segundos. Sólo que de pronto recordé la bola de mañosadas de que se ha valido los partidos políticos para estar

Cotidianidades... 103

01/junio/2015 Cotidianidades… Hace poco recibí el reclamo de Itzel, una jovencísima lectora de esta columna, quien se quejó amargamente de que todo a su alrededor era política y que incluso yo, que la distraía con mis historias, ahora le echo a perder lo que antes era un buen momento con mis “discurrimientos politicoides” (así los llamó la insensata). No puedo negar que ante el reclamo sentí cierto escalofrío, pues yo, que a veces me creo buena persona, de pronto fui descubierto hablando con insistencia sobre asuntos aparentemente indigestos y, viendo mi rostro en el teléfono celular mientras tomaba una “selfie”,  dije: “Dios mío, en qué me he convertido”. Entonces entré en otro dilema: ¿Qué tema puedo abordar y que no haga referencia a la política? En esas andaba, cuando un buen amigo, sabedor de mi gusto por los textiles indígenas, me trajo una carpetita donde el elemento principal y constante, es el alacrán. Resulta que los alacranes son importantísimos dentro de la cosmo

Cotidianidades... 102

26/mayo/2015 Cotidianidades… Ya tenía rato de estar caminando por sobre las tres décadas, cuando un buen amigo me deseó que algún día tuviera un hijo. Pensé que bromeaba y le respondí con algún chiste, pues en ese entonces consideraba a la paternidad como un oficio lejano de mis más genuinos intereses, e incluso creo que fue en esa época que llegué a declarar que un hijo o hija sería un accidente poco deseado. Claro que con el tiempo las personas, las cosas y las circunstancias cambian, y aunque yo seguía montado en esa mula de negación a tener hijos, cuando supe que iba a ser papá, fue como si me hubieran aplicado un lance de judo de esos que te dejan sin aire y viendo al techo. La emoción fue enorme y tomé una serie de decisiones que transformarían mi estilo de vida, esto con el objetivo de poder pasar el mayor tiempo posible con mi querubín, que aún no llegaba. Creo que a partir de él es que he comprendido el amor más sincero y honesto, a ello le atribuía el que buscara m

Cotidianidades... 101

19/mayo/2015 Cotidianidades… Estaba por terminar la universidad en Puebla, cuando sufrí una simpática caída mientras jugaba con unos amigos. Digo que debió ser simpática porque algunos de ellos se rieron con un gusto que seguro me habría contagiado, si no fuera porque el dolor en el hombro era francamente intenso. El primer médico que me revisó sonrió feliz después de ver la radiografía. Dijo que mi clavícula había quedado dañada de por vida y aseguró que por una cantidad poco módica, él cortaría el hueso para dejarme “sólo” parcialmente incapacitado. Claro que fui en busca de una segunda opinión. Ese médico sonrió más contento todavía, pues de acuerdo a su muy profesional punto de vista, el costo de la operación sería más bien estratosférico. Con tanta gente sonriendo a partir de mi lesión, comencé a creer que algo de chistoso debía tener, cuando despertaba tanta felicidad en aquellos que me veían. Durante todo ese periplo estuve acompañado por mi amigo José Brito, quie