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Mostrando entradas de abril, 2015

Cotidianidades... 98

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27/abril/2015 Cotidianidades… Ahora que Tuxtla Gutiérrez está a punto de derretirse por tanto calor, en familia decidimos escapar al Zoológico Miguel Álvarez del Toro, calificado por algunos como “una selva en la ciudad”. Este es un lugar fresco, que te permite el contacto con la naturaleza y tiene un circuito de más de dos kilómetros, buenísimo para cansar a los chamacos y dejarlos quietos un par de horas. Ahí estaba yo, apenas llegando, y ya caminaba entre guaqueques, ardillas y chachalacas, cuando delante nuestro se dobló el tobillo una señora. Rápida mi esposa se apuró a auxiliarla y la acomodamos en una banca. Junto con ella venían tres simpáticos niños, que se pusieron a jugar con mi querubín, mientras la señora llamaba por celular a su hijo de 24 años para que llegara a ayudarla. Si bien muchos necesitan tequilas para desahogarse, la señora tuvo con un vaso de jamaica para contarnos que su hijo “ya casi” era diseñador gráfico, pero que desde hacía dos años no terminaba

Cotidianidades... 97

20/abril/2015 Cotidianidades… En días pasados tuvimos la suerte de recibir en casa a una amiga de mis épocas universitarias. Ella, acostumbrada a no llegar con las manos vacías, nos trajo distintos manjares que compró en el mercado de Cholula, ciudad mágica donde viví más de cinco años. Es increíble cuántos recuerdos pueden caber en una cemita de milanesa o en un taco árabe. A la algarabía que generó el reencuentro siguió una conversación llena de nostalgia, en medio de la cual de pronto creí ver entrar a Paco y Pepe Cordero—mis antiguos compañeros de casa—, a mis amigos Pepe Brito, Tonatiuh, Paty y  Gigi, e incluso recordé a una pareja de ancianos que vendían comida corrida en un departamento de los edificios “Joyas Arqueológicas”, quienes solían recibirnos a partir de las dos de la tarde con música de los 70’s, la cual brotaba de un tocadiscos tan antiguo como la misma música. La charla irremediablemente giró al pasado, y mis compañeros de aventuras de aquellos años llegar

Cotidianidades... 96

13/abril/2015 Cotidianidades… A la feliz llegada de la quincena, de modo irremediable se suma la llegada de la lista de pagos por realizar. Así, apenas vemos el número en el cheque o en la pantalla del cajero automático, uno ya sabe que parte ese monto será destinado a gastos como electricidad, gas, teléfono, televisión de paga y un largo etcétera. Por supuesto que nadie nos obliga a contratar esos servicios. Uno puede, por ejemplo, en vez de encender la luz, usar quinqués o velas, mandar a instalar celdas solares o, de plano, alumbrarse las noches con cerillos, con la convicción de que algún día se le hará callo en los dedos y ya no sufrirá por las quemadas. De la misma manera podemos desechar el celular, a pesar de que estos aparatos hayan tomado la apariencia de imprescindibles en nuestra vida cotidiana. Conozco a varios amigos que los usan como oficinas móviles, otros los tienen como único medio para comunicarse con sus parientes en el extranjero, los hay quienes lo emplea

Cotidianidades... 95

06/abril/2015 Cotidianidades… Aprovechando los días de descanso y este sabroso calor tuxtleco (a ver si digo lo mismo en mayo), se me ocurrió armarle una “albercada” a mi hijo. Así que rescaté su vieja bañera de bebé, cargué un par de cubetas de agua, junté juguetes con dibujos marinos y asunto resuelto. No terminaba de armar el escenario de ensueño, cuando el querubín lanzó un alarido escalofriante, seguido por un llanto tétrico que rompería el corazón blindado de Agustín Carstens. Empuñando el machete de la justicia corrí a su lado, sólo para encontrarme con que el condenado escuintle había metido al agua su cochecito favorito, el cual perdió las calcomanías y quedó tan simple como limonada sin azúcar. Tratando de parecer un hombre sabio, intenté explicarle que el suyo era un problema menor, el cual podría solucionarse fácilmente. Además, le dije, lo más importante es disfrutar este momento y no malgastarlo llorando. Como ni así paraba de llorar, comencé a quitarme el cint