Cotidianidades... 216
Cotidianidades… Después de varios días complicados y una de noche de resfrío, el fin de semana se antojaba sereno y disfrutable. Entonces cometí la imprudencia de retar a mi suerte y expresé en voz alta: —¡Hoy me dedicaré a descansar! Lo que se han de haber reído de mí los hados del destino. Casi de inmediato recibí una llamada de una editora, pidiéndome que tuviera listo para el lunes siguiente un texto que debía irse a imprenta “ya”. No me recobraba de la impresión, cuando entró un mensaje al teléfono celular, urgiéndome a investigar, para antes del mediodía, algunos datos sobre los menores de edad que vinieran en la caravana de inmigrantes centroamericanos. Ni siquiera tuve tiempo para contestarlo, porque recibí el correo de un compañero de trabajo avisándome que, por cuestiones de logística, el lunes iba a requerir dos guiones para el noticiero, así que me sugería empezar a trabajarlos a la brevedad. De inmediato prendí la compu, en lo que terminaba de encenderse fui...