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Mostrando entradas de agosto, 2016

Cotidianidades... 154

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Cotidianidades… Es común que los viernes vayamos a cenar en casa de mis padres. Amén de que nos ahorramos lo de la cena, solemos saborear platillos deliciosos, pues mis padres compiten por ver quién de ellos cocina más rico y así todos salimos ganando (sobre todo peso, pero bueno, ese asunto se tratará en otra columna). Sin embargo, lo más delicioso de esos encuentros suelen ser las charlas de sobremesa, en las que pasamos del chiste al tema filosófico, para luego saltar a la política, quejarnos del presidente que resultó tan malo hasta para echar mentiras o recordar el pasado y realizar pronósticos sobre el futuro. En una de estos encuentros pusimos sobre la mesa el tema educativo, y terminamos por preguntarnos qué herramientas debíamos darle a nuestros hijos para que caminen al futuro con una preparación adecuada para generarse una vida cómoda y además ayudar a construir un mundo más bonito. Por supuesto que el amor por la lectura y el manejo de las operaciones matemáticas bá

Cotidianidades... 153

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Cotidianidades… Conocí al Bigoché cuando él era cocinero de un grupo de trabajadores de una comunidad indígena, dicharachero y franco, solía acaparar la atención con sus chistes ingeniosos y una charla amena, llena de sorpresas, al mismo tiempo que imponía respeto con sus más de uno ochenta metros de estatura y su fortaleza física que ponía a prueba delante de todos con sus tareas cotidianas. Una tarde nos quedamos platicando sobre el pasado, ahí nos confesó una época con cierto esplendor, en el que junto con dinero le llegaron invitaciones a fiestas, al alcohol y a las drogas. Sin embargo, y a pesar de lo poderoso que suele ser el abrazo de los vicios, él logró alejarse de ellos y de la mano de su fe en sí mismo, en ese entonces ya tenía varios lustros de no probar ni una copa de licor. —Pero todo tiene un costo —nos dijo esa ocasión—, y a pesar de mi arrepentimiento y de que me pedí perdón a mí mismo y a mi familia, ya no quedé igual. Las disculpas pueden calmar las concienci