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Mostrando entradas de diciembre, 2014

Cotidianidades... 81

01/nov/2014 Cotidianidades… Hace algunos años, una octogenaria vecina de mis padres, venció la vergüenza que le causaba pedir ayuda económica, pues decía necesitar un remedio que le curaría muchos males. Mi madre, consternada y con el afán de ayudarla, le preguntó qué remedio era ese para comprárselo. La anciana enrojeció y después de varios rodeos, confesó que se trataba de una crema que anunciaban en la televisión y era muy buena para quitar arrugas. Mi mamá le compró la crema, misma que le fue devuelta menos de quince días después, acompañada por la indignación de la anciana, quien vociferaba que le habían tomado el pelo, en virtud de que a pesar de estarla usando día y noche, nomás no la había rejuvenecido. Si bien la anécdota da para la chanza, en la vida cotidiana es fácil encontrar a quienes tratan de solucionar problemas enmarañados y con mucha profundidad de esa manera, maquillándolos o dándoles una repelladita, que total, si no se les ve es casi como si no existieran

Cotidianidades... 80

24/nov/2014 Cotidianidades… La queja fue lanzada como si se tratara de una maldición: “Mi hija ha cambiado mucho en estas últimas semanas”. El hombre apuró un trago de tequila y nos quedó viendo como si tardáramos en darle las condolencias. En lugar de eso le preguntamos  a qué se refería. —Ya es una adolescente —dijo con voz triste— y creo que está enamorada. ¡Tómala! Ni cómo ayudarlo. La niña de hace un par de años ahora es una jovencita que ya voltea a ver a los “degenerados asaltacunas” de su misma edad y a veces, ¡la muy impúdica!, a varios un tanto mayores. Con actitud de Guillermo Prieto cuando dijo “los valientes no asesinan”, otro compañero lanzó la frase: ¡todos estamos cambiando siempre! A punto estuve de decirle que se dejara de… cursilerías, pero en un raro momento de iluminación aproveché ese lugar común para intentar sacar a mi amigo de su frustración: —Es cierto lo que él dice —le aseguré mientras le daba una palmada en la espalda para animarlo—. Si no, m