Entradas

Mostrando entradas de abril, 2018

Cotidianidades... 208

Imagen
Con el querubín abordamos el avión para regresar a casa después un viaje fantástico. Entre tanta euforia, el niño comenzó a empujarme e intentó hacerme cosquillas para comenzar una “lucha épica”, en la cual yo podía elegir ser el villano que más me gustara, mientras que él sería el súper héroe que de cualquier forma me derrotaría. Más o menos a la mitad del vuelo —y después de ciertos intervalos de descanso— la lucha se tornó intensa, en ese momento, también, entramos a una zona de turbulencias y viví las sacudidas más fuertes que haya sentido en un avión. Los cinturones evitaron que nos eleváramos varios centímetros de nuestros asientos, escuchamos cómo tronaba el fuselaje y comenzamos un evidente descenso con la parte frontal inclinada. El niño me pegó en el estómago, con su gesto de pillo evidenciaba las enormes ganas que traía de vencerme, atrás de nosotros escuché imprecaciones contra el clima y el destino, alguien más rezaba y varias voces de angustia, que de pronto sonaron

Cotidianidades... 207

Imagen
De niño viví varios años en el corazón del barrio de San Roque, a muy pocos metros de la iglesia. En aquella época, los días de feria eran para mí días de diversión constante, porque para llegar a los primeros puestos sólo debía bajar tres escalones y caminar unos pocos pasos, así que no había tarde en que no terminara en el juego de las canicas —donde ganaba cualquier baratija, alejada de los grandes premios—, en los carritos chocones que manejaba un primo mayor, en el carrusel, comprando jocote curtido o, con menos frecuencia, sintiéndome un soldado implacable que abatía figuras de metal con rifles de balines. Sin embargo, los mejores momentos ocurrían durante la noche, cuando llegaba la marimba, había concursos para trepar el palo encebado, quemaban castillos, salía el torito con fuegos pirotécnicos, y lo mejor, vendían unas copas de chocomilk riquísimos, interminables para un niño en su primer lustro de vida. Con el tiempo me fui a vivir a otros territorios, y la fiesta de ba